El Teatro Dominicano: Instrumento Político y Voz de una Identidad Page: 52

Juan Bosch era sustituido por una junta militar. En el paralelo dominguiano, desplazado el
presidente elegido democriticamente, se inicia la bsqueda de un hombre honesto que dirija la
naci6n Silvese-Quien-Pueda entrando el personaje de Digenes en escena. Vestido casi haraposo
y con una linterna en su mano que dirige hacia todo el derredor, la imagen conecta
inmediatamente con el Diogenes de Sinope. "Delegado T-P-M: Digenes, perdona que te
hayamos sacado de tu humilde retiro y de tus meditaciones, pero algo muy grande nos ha
impulsado a hacerlo" (Dominguez, Obras Completas 96). No quedaban hombres honestos para
gobernar la Repdblica Silvense-Quien-Pueda, asi que proponian a Digenes asumir la
Presidencia. El diilogo que se suscita entre Di6genes y el delegado del Partido Todo-Para-Mi,
revela una triste realidad que se evidencia en las palabras de Diogenes: "i Que barbaridad! Seria
la primera vez en la historia que un hombre honesto ascendiera al poder!" (97). La falta de
ambici6n de aquel hombre sencillo, dejaba perplejo a sus interlocutores, quienes insistian "Pero
tn eres un hombre honesto, Diogenes. Solo necesitas gobernar tal como eres" (97). Incorruptible
como su anilogo ateniense, Diogenes replica "De acuerdo con los ejemplos que nos brinda la
historia, un hombre rinde mejor servicio a su patria si no se hace c6mplice de las sucias cosas de
la politica "(97). Cansados de insistir, los delegados de los partidos no tienen otra opcion de
aceptar la negativa de Diogenes quien no obstante promete iniciar una bsqueda exhaustiva con
su linterna y un anuncio en el peri6dico a donde los interesados podian aplicar. En escenario
aparece iluminado un letrero gigantesco que reza "Se busca un hombre honesto", mientras el
narrador relata como miles y miles de Silvense-Quien-Pudenses acuden al llamado y cada uno
dice ser un hombre honesto. Y Diogenes los alumbra con su linterna y los mira a los ojos
buscando la virtud y todos repiten "Yo soy un hombre honesto". Y Diogenes llora y llora. El
altoparlante que habia estado emitiendo sonidos incomprensibles de nuevo, comienza a repetir

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